MILAGRO DE “EL SANTO LIGNUM CRUCIS”
RESTAURACION DEL TEMPLO SANTA CRUZ DE JERUSALEN, ORGULLO JESUITA EN JULI, PUNO, PERU.
La misión de la Orden de Jesus o Jesuitas querían dejar plasmada en este templo su labor tesonera en esta parte del mundo, es así que pusieron todo su amor y su fe para alcanzar la magnificencia de su obra pastoral para que este templo sea como una estrella refulgente en el altiplano, supervisando palmo a palmo toda su estructura en su construcción.
El padre Rubén Vargas Ugarte, nos dice “El único templo comenzado desde los cimientos hasta terminada con toda perfección por los Jesuitas, dirigido por el arquitecto Hernando de Herrera con la participación de maestros albañiles y carpinteros como Juan y Gonzalo López, Juan Antonio Gómez, y Juan De Cespedes, artesanos juleños de calificada mano de obra constructores de grandes obras en la region”.
Comenzó su edificación en 1582 y culmino el año de 1607, quedo tan bello, porque el santuario de adoración de “EL SANTO LIGNUM CRUCIS” (pedazo de la cruz de Jesús), no merecía menos; que arranco expresiones de admiración como: “hasta los ángeles se turnaban para cuidarla” o “La capilla Sixtina de los andes “.
El primer inventario o “memoria” tomado el 09 de diciembre de 1621 por el Padre Gonzalo de Lira, da fe de su fastuosidad, por ejemplo en ornamentos “palias” que son cortinas que van delante del sagrario o lienzos donde se extienden los “corporales” , existía una palia de terciopelo carmesí ricamente bordada, otra de paso verde bordada, otra de lienzo labrada, otra de raso blanco bordado, otra de raso morado bordada, otra de terciopelo morado bordada, otra de terciopelo negro bordada; los posteriores inventarios o memorias dan cuenta del incremento de la ornamentación del santuario, el 24 de enero de 1652 mencionaban así, cinco palias con sus bordaduras para todos los colores, tres palias de ruan con puntos , más una palia rica; si de siete aumentaron a nueve, posteriormente mencionan catorce de estas palias; también mencionan en las secciones “Chuses, alfombras y cumbe” otra cantidad de alfombras, en “Cosas de paño” gran cantidad de las mismas, pruebas que afirman el afán de engrandecimiento de este templo.
Poco tiempo duro su resplandor; ya que, por ser esta parte una region eléctricamente cargada, los sucesivos rayos e incendios herían gravemente sus estructuras, exhibiendo su agonía ante la indiferencia y pasividad de las autoridades competentes; ya, en 1716 se reconstruyo la capilla del crucero y la sacristía; el padre Vargas Ugarte, nos dice: “este templo se derrumbó el 15 de agosto de 1741, doce años después fue reedificada por el Párroco padre Jose de Olivera, reinaugurándose el 25 de enero de 1753”. Se reformaron sus cubiertas como sus muros, se cambió la planta a Cruz Latina, el crucero con los brazos largos y del mismo ancho que la nave que consta de seis arcos fajones de piedra tallada, la sacristía se encuentra ubicada en el ángulo entre la capilla mayor y el brazo del crucero del lado de la epístola (lado derecho), con una cúpula de media naranja; se introdujeron nuevas expresiones decorativas.
Preocupados ante las continuas amenazas de destrucción, el año de 1767 se realiza un inventario para dejarlo cerrado por largos años al culto y olvido por la iglesia y autoridades, a merced de depredadores y ladrones; por lo que, en noviembre del año 1910 recién se ordena otro inventario; al año siguiente (1911), el Monseñor Valentín Ampuero dispone se traslade toda la platería, lienzos, alfombras y utensilios que quedaron al templo de San Pedro.
La discusión de los componentes del templo, en estilos y diseños son variados; ya que concurren tendencias estilísticas dispersas, como los pilares fajados del crucero a la manera renacentista, las portadas del sotacoro con bellísimas columnas collavinas y la portada externa de los pies, notoriamente popular con columnas salomónicas más o menos perfectas, .
Aun se pueden apreciar, la talla de filigrana de sus artistas en la piedra, solo nos queda imaginar lo ostentoso de los 52 lienzos de Bernardo Bihitti que adornaban todo el templo, como el altar mayor todo dorado de dos cuerpos con retablos de cedro bellamente tallados, sus estatuas, el pulpito y confesionarios de singular merito artístico, la torre de ladrillo de solo una hoja y de numerosas y armoniosas graderías, las dos campanas que aún estaban hasta hace 50 años atrás, gritando en silencio su agonía, su cementerio espacioso con un estanque de cal y piedra adornado con vistosos arcos góticos de piedra labrada.
Pero, la naturaleza a veces inclemente, se ensañó con este portento de construcción, quedando hoy esa triste silueta deshecha donde las lágrimas del pueblo se mezclan con las intensas lluvias, sintiendo su destrucción.
Conocemos, que; en este y mediados del siglo pasado, muchas intenciones de restauración quedaron en eso, en intenciones, como el proyecto de restauración presentado por COPESCO en la década del 70 del anterior siglo, conocemos también de la ignorancia del FODA (Fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) de algunos alcaldes de turno sin visión de futuro, ya que nuestra mayor fortaleza es nuestra rica cultura y que puede ser bien derivada en el turismo.
Ejemplo de ignorancia fue el del alcalde que perdió la oportunidad de presupuesto asignado para tal fin, ya que; el Gobierno Regional presidido por Jiménez Sardon con el apoyo del Alcalde Héctor Estrada Choque, ambos juleños habían logrado la restauración de dos templos (Asunción y San Juan), dejando en cartera un monto significativo para proseguir con la restauración del templo de Santa Cruz (Eugenio Barabaito 2006-2010); o caso de las dos últimas gestiones que no sienten empatía por esta tierra e ignoran su importancia cultural .
Ahora recibimos con beneplácito la buena nueva del Ministerio de Cultura mediante la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, quien aprobó la ejecución del proyecto de restauración del templo Santa Cruz de Jerusalén con 10 000,460.00 soles, gracias a la clamorosa e insistente perseverancia del pueblo y la gestión innegable del Obispo Ciro Quipe López.
Pero, esperamos que realmente sea entendida la restauración como reparación o arreglo de los desperfectos de una obra de arte, sin desvirtuar su estructura original.
Realmente un milagro de “EL SANTO LIGNUM CRUCIS” (pedazo de la cruz de Jesus).
Efrain Iturry Gandarillas.